UN AÑO DE BENDICIONES

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PARA TODOS

lunes, 28 de octubre de 2013

La sed XV

La sed

Capítulo XV


 
 
Miré aquella entrada que un día se había cerrado para separarme de todo lo que amaba y comencé a temblar. 
A mi boca subió un resabio amargo que de pronto se hizo más y más ácido.
Tuve que bajar del auto y correr hacia los matorrales cercanos. Vomité sintiendo que se me vaciaba hasta el alma.
Regresé al taxi con dificultad, apenas y podía caminar; el chofer bajó a ayudarme.
- ¿Se siente mal señorita?- dijo bastante preocupado.
-No, no, ya estoy mejor, solo hace falta que me reponga un poco- contesté sin mucha convicción.
Traté de dominar la ansiedad que me inundaba."¡Tienes que entrar ahí para llevar a cabo tus planes!" me repetía.
El taxista me miraba sin saber que hacer.
- Señorita, perdone, ¿va a bajar?Tengo que regresar a mi base para entregar el auto pues lo estoy trabajando desde anoche.
-Si, disculpe- tomé la manija de la puerta y me dispuse a bajar, pero al hacerlo súbitamente una luz se hizo en mi cerebro y volví a subir.
- ¿Sabe qué?- dije al confundido hombre- he cambiado de parecer, lléveme de regreso al pueblo, iremos a la estación de autobuses.

 
- Me da un boleto para la Ciudad de México, por favor- dije al hombre de la taquilla.
 
Contemplé el paisaje tras los cristales del autobús, mientras me acariciaba el estómago. "Gracias hijo o hija, con sólo anunciar tu presencia dejé de sentir sed"
En mi cabeza se repetían las palabras de mi madre: "La venganza no es buena Adriana, la venganza no es buena ".

FIN

DK
 
 



4 comentarios:

  1. Muy buen final Dorita , ahora a comenzar un nuevo relato , besos









    Muy buen final Dora , ahora a comenzar un nuevo relato , besos


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    1. Elba: Muchas gracias por haber seguido mi relato hasta el final.
      Me hubiera gustado decir que lo que escribí es sólo una fantasía, pero desgraciadamente en mi país existe la corrupción, y es posible que existan este tipo de personas, que se valen de sus puestos gubernamentales para cometer ilícitos e hincharse de dinero.
      Me duele mi México. Y también me duele saber que la corrupción no es exclusiva de mi país.
      Desde nuestros hogares podemos combatirla, haciendo de nuestros hijos, hombres y mujeres honestos.
      Con mi cariño: Doña Ku

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  2. Estupendo final, tía. Y lo más importante: el mensaje de reconciliación interior que nos trae una nueva vida. O sea, la esperanza.

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  3. Gracias Darío por tu permanencia en mi historia. Quisiera no haberme basado en la vida real, pero tú sabes de lo que hablo, ya que nuestros países padecen de los mismos dolores.
    Te admiro y "te tengo ley" (como decimos por acá a los que apreciamos) Saludos cariñosos: DK

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